Me muerdo los labios cada vez que pienso en ti,
acariciando mi cuerpo mientras pienso en tu mirada,
y cuando te tengo entre mis manos,
siento tanto placer entre ese deseo que recorre tanto por mis venas.
No soy capaz de olvidarme de ti,
ni tan solo dejar de soñarte cada noche,
cómo tus manos se van perdiendo en mi cuerpo,
y tus labios se van fundiendo con los míos.
Eres dicha obsesión de mis ojos,
el hecho de amarte tanto, quererte tanto,
y sentirte tan adentro de mi, tan adentro,
como para saber que nunca me iré de tu lado.
Me paso los días acordándome de aquél día,
aquél mismo día en que tu mirada,
me dejó impregnado tanto amor en mi corazón,
donde en aquél instante no había nada más en mi vida que solamente tu,
solamente tu en aquella noche,
donde tu mirada, me atrapó tanto en ti.