Ӈιρριε Ʋყє ☮

Habrá más penas y olvidos.

Chuparon compañeros

y ocultaron con tierra sus huesitos.

Secuestraron, violaron, torturaron,

nos robaron los hijos,

nos endeudaron, nos desocuparon,

nos vendieron a todos como esclavos.

Nos tiraron al río.

Derrocaron gobiernos,

mintieron revoluciones productivas,

regalaron lo que tanto

nos costó conseguir.

Reprimieron piquetes,

mataron jubilados,

desterraron.

Volvieron a endeudarnos

y a asfixiarnos.

Hicieron corralitos,

nos recontra endeudaron.

Nos hicieron respirar lacrimógenos

en marchas epopéyicas.

Nos balearon de goma.

Nos hidraron.

Les tiraron encima los caballos

a las viejitas de la Plaza.

Ahora nos desocupan,

nos ajustan,

nos desengrasan,

nos adelgazan,

nos tarifean,

nos inflacionan,

nos devalúan.

Y todo por el alto ideal patriótico

de sumar unos ceros

a sus cuentas off shore.

 

Yo nunca fui de izquierdas.

Pero estos de derechas son tan brutos

que me obligan a imaginarme yendo al Easy

a comprar una hoz

y un martillo. Grandotes.

Y pagarlos con tarjeta en doce cuotas.

Al final siempre los echamos.

En barcos, en aviones, en helicópteros,

y algunas veces, aunque las menos, en cana.

Pero los tipos estos siempre vuelven.

Se disfrazan, se empatillan, se engloban,

mutan como un virus

de computadora

o de los otros.

En fin. Lo dijo Gelman:

Hay que aprender a resistir.

Ni a irse ni a quedarse. A resistir.

Aunque es seguro que habrá

más penas y olvidos.