Hiram Figueroa

Atrapado en tu mirada

Bonita curva la de tus ojos, 

que dan color a la vida 

y mueven el destino a su antojo, 

siempre estaré visible a tu alma 

sin importar donde moro.

 

Crece y disminuye mi silueta 

una imagen pura, clara 

que se sumerge bajo el agua, 

en una firme cascada que te aleja 

de confusas y fugases oleadas, 

con un extraviado pestañar 

donde arena desierta ciega tu amar.

 

Tu infinita viajera de la luz del día, 

que entre tu sombra del parpado 

descansa una suave sonrisa, 

afortunada de imborrable belleza 

y de una creación divina.