Poeta sin alma

¡Adiós Amiga!

Recuerdo tu rostro cuando llovía
con la luna como única testigo,
residuos del amor que fue castigo
de esta triste y agobiante vida mía.

Con rictus de dolor y antipatía
me dejas diciéndome solo amigo,
un desdén irónico que aún maldigo
porque dejaste mi alma vacía.

Ahora mi rostro bañado en llanto
demuestra que la amistad es vana
cuando el amor ha crecido tanto

y se queda entre aquella aduana
que atrae a los corazones desencanto
cuando en un adiós queda sin mañana.