Sé que ya no es muy común, 
Demostrar nuestro interior 
En el mundo en que vivimos, 
Comprendo que siempre he sido 
Un amante del ayer, 
Del que aprendí lo mejor...
¡Del que alimentó mi ser!
Soy de los que dan las gracias 
Ante una palabra amable, 
Y quien muestra el corazón 
-Aunque pueda equivocarse-, 
Con afecto y elegancia.
Me gusta hablar sin temor, 
Pues hablo claro y sincero, 
Siempre busco ser mejor 
Y un honroso caballero.
También suelo navegar 
De lo ignoto hacia el destino, 
Poco me importa enfrentar 
Con mis pequeñas armas, 
De viento, los molinos.
Me agrada contemplar 
Una agradable escena, 
Donde algún alma buena 
Al desvalido ayude, 
En gesto de hermandad.
Pero ante la injusticia 
El corazón revienta 
Sin importarle nada, 
Y la fiera encerrada 
Rompe todas las puertas, 
¡El alma se desquicia!