Evandro Valladares

Esperanza

Esperanza

 

Como quieres que llegue a mí la calma

si con esos desaires y desdenes

le haces llegar tantas penas al alma

y en constante agonía me mantienes.

 

Que feliz podré ser en este mundo

si no gozo de la miel de tus besos.

Si en desconsuelos para siempre me hundo

y  tu orgullo glacial cala mis huesos.

 

No habrá nunca salud para mi herida

 ni fármaco que alivie mis congojas.

Mientras seas  tan fría y desabrida

seré árbol infértil, seco y sin hojas.

 

Y  si  llega así  a  su final  la vida

y en lo mundano no alcanzo  consuelo

cuando a los dos nos llegue la partida

espero ansioso gozarte en el cielo.