Venus Maritza Hernandez

Pesadilla nocturna

Cauteloso llegas 

arropado con la sábana nocturna,

caminando por el hilo del silencio.

Pisas con tiento,

con temor a caer 

en los peñascos de tus mentiras,

sobre las rocas del desamor.


Intento acaparar las luces dispersas y errantes.

Mi corazón se cansa, y se humedecen los luceros

de un sueño, afligidos de tanto anhelo...

Anhelos sin cumplir.

Esperanzas...

Trozos de esperanzas; rotos y perdidos.