Pacorro

Habanera al paso del tiempo.

La ola que no da en puerto,

llega a la playa para arrastrar;

mar adentro el cancionero,

que el marino calla a orillas del mar.

Que un viejo nauta nunca canta

en la arena salada su navegar;

allí espera él que su garganta

sea arrastrada al fondo del mar...

Y en ese instante cantarle a su luna

que tantas noches le hizo brillar.

 

Que cada arruga de su cuerpo

forjó el marinero

en la cubierta,

de aquel viejo pesquero,

que llevo a puerto,

tanta riqueza.

 

Si entonces, a su luna cantaba

la triste añoranza

de una firme tierra,

ahora que es su condena,

el marinero, sentado en la arena,

espera que un día de nuevo,

la luna lo bañe con su estela.

Y espera, ¡ay! verse de nuevo

cantando a su luna...

¡Ay!

desde su vieja cubierta!