Raquel Lainez 1980

Sequía de Libertad

Lloran tus pies secos y quebrados,
al transitar por tierras áridas
cargados de sed de esperanza en tu espalda.

Tus tetas se secaron
de tanto amamantar
a tus hijos ciegos desnutridos
que mendigan por las calles
devorando basura y vomitando democracia.

Se entumen tus dedos
por la infertilidad de pensamiento
de tus vástagos.

Como voraces vampiros
chupan tu esquelético cuerpo
donde prometía sendas de prosperidad,
y ahora, ya no queda nada.

Tu útero sangra
por tanto dolor,
al parir escorias
que se alimentaron de tu ser.

Muerte por Muerte
tus hijos se devoran,
te devoran
te quemaron tus ojos
te cortaron tu lengua
te cosieron tu boca
te sellaron tus oídos.

Mueren de nuevo
los héroes
libertadores de Honduras,
sangre desperdiciada;
y absorbida por drenajes
de ambición y corrupción.

¡Patria como mueres lentamente!
tu agonía es eterna,
y clamas en vano
con arrancarte el corazón;
para que te liberen tus propios hijos,
ambición de pocos
de una libertad inalcanzable.