VOZDETRUENO

Un poema en cautividad...

Busqué efemérides en plexo de mi mente,
Y lo encontré de acefalías abundante,
Y así, en el modorro crepúsculo envolvente,
Me fui quedando en los brazos de Morfeo;
Luego mis ojos, en vista introspectiva,
Vieron de pronto en la órbita celeste,
Acicalada la sonrisa de una diva,
Y de una danza prodigiosa de sus dientes,
Nació una voz que fue música de dioses.

En el silencio de mis sueños duerme mi eros...!

Ah, dije al instante, permite despertarte!
Y desde entonces luché contra cadenas,
Tensando el alma me esforcé cuál Prometeo,
Busque la gloria prometida de aquél beso,
Sellar tus labios con la fuerza de mi fuego.

En la presencia de tu alma, la mía despierta...!

Y fue esa voz que nebulosa me envolvía,
Me fue embriagando de amor irrevocable,
Brisa de mares y canto de María
Que hacía sentirme en las playas celestiales.
En ese instante desperté, pero inconforme,
Sellé mis ojos obligando al mismo trance,
Y regresé hasta aquél dichoso instante.
Se hizo nítida tu faz, tu sonrisa, tu palabra,
Escuché embelesado aquél verbo alucinante:

\"Cuánto te esperé vida mía,
Desde aquél asomo de tu efigie
en el dosel de tu alma, te amé,
Y te anhelé en el silencio de mi sueño!\"

Y aunado a la palabra me dejaste
Aquél beso enamorado, fascinante!
Dije entonces: \"ya no quiero despertarme,
Si no despierto en sus brazos tan amantes\".

 

(VOZDETRUENO)

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