Yelenna

Permanencia

Extraño esos tiempos primeros

cuando las tardes eran nuestras,

en un café o en un parque.

Y éramos políticos, economistas,

sociólogos y más aún idealistas.

 

Éramos todo y al mismo tiempo nada.

Una contradicción encadenada,

un oxímoron propio de estos tiempos

donde lo opuesto confluye al punto de fuga

en busca del origen que permanece.

 

¿A dónde fueron esas cosas

delicadas y frágiles llamadas recuerdos?

No quiero tocarlos ni romperlos.

 

Hubiese querido más tiempo,

pero no importa ahora.