I.P.Mariblanca

Hoy yo

Hoy yo, sólo comentaros quiero

de en la mañana lo bello acontecido.

Acabando de a la calle haber salido

buscando el tíbio sol que a todo agrada.

 

Fue que, cerca de mí

fueron andando su camino

pareja enamorada demostraron

que cogidos de la mano paseaban.

 

En un momento del mutuo compartido,

la mano del hombre acariciaba

las suaves laderas cadenciosas

redondas y perfectas

y con firmeza sobre ellas apretaba.

 

Ningún rechazo se produjo

más bien un gesto satisfecho que,

con risa su boca agradecía.

Y he aquí que, un movimiento se produjo

en la hembra, complaciente y complacida.

 

Cual alas delicadas de sutíl plumaje,

danzas sensuales, mágicas,

sus manos describieron en el aire

y a posárse fueron en sus hombros,

y en poco sobre el ancho cuello

y la fuerte nuca se apretaban,

atrayendo hacia sus labios lo anhelado.

 

De esta guisa disfrutaban sus caricias

de todo el mundo enajenado.

El halo de su dicha resplandece

rodeando su junta figura enamorada.

Tal vez ninguna luz quiebre la suya

que de amor henchída me deslúmbra

lejana y cercana al mismo tiempo.

 

Fueron sé, siguiendo su camíno

y el halo de su dicha les seguía

buscando nuevas noches, nuevos días.

¡El amor tiene éstas cosas!

 

Que demuestran que,

de un sólo gesto sensitivo

se puede concebir una poesía.

¡Tan sólo falta el gesto enamorado!

¡Y la fértil mente del poeta!

 

                                                                                                              19,30h  8-3-2012

                                                                                                    Isidoro Pavón Mariblanca