angelillo201

Viaje de Apolo a Marte.

Viaje de Apolo a Marte.

Llegó el viento seco  en paracaídas a Marte,

sobre  los verdes raíles  del cielo,

resbalando por toboganes un caballo cayendo,

 para amortiguar el impacto de la frenética  galopada.

Están rodando los cascos del astronauta,

 por la  atmósfera de Marte.

Rondando, rondando,

está el astronauta por Marte rondando.

 como un caballo saltando de la cuna al espacio,

para poner en funcionamiento espejos sin señales,

marcadas por mil pequeñas danzas.

Apolo ha encendido  al llegar,

 en Marte la mañana

Ante un  auditorio sordomudo  se presenta,

sobre las cumbres   heladas,

gravitando al otro lado de la muerte,

descubriendo  el invernadero marciano de crisantemos.

Donde los perros de cobre aúllan,

 aterrorizados y llenos de escarcha,

eternos  mirando al   mar,

náufragos de la arena marciana.

 

Y las hierbas en Marte,

las hierbas, las hierbas,

en Marte Bowie,

 las hierbas.

Tienen hojas atadas con costuras de metal,

alimentando las bocas que no volverán a besar.

Los besos, los besos en Marte Bowie,

se los lleva  el suspiro abrasador de plomo y mercurio de  baterías fundidas.

Apolo está en Marte desolado,

con la cabeza rodando en medio de  una nube de granito.

Preparando su regreso de Marte a la tierra ,

a través de un tronco hueco del que brotará un camaleón.

Para fundirse en la piel de los que gimen sin voz,

y que no van a ninguna parte,

 más que cuando mueren.

Estos  son los que bailan en el reino de la tierra,

en cada gota de sangre que aman,

en las terrazas de Marte.

Donde en cada despacho,

hay un alienigena vendiendo persianas para ocultar  las ventanas.

Y se construyen  fabulosos muros ,

que nadie sabe interpretar para que sirven,

pero son  más  difíciles de escalar, que llegar a vivir en Marte,

 la vida  en la tierra se comprime como los trajes de cosmonauta.

Nadie sabe ni adivina lo que pasa en la tierra.

Nadie, nadie.

Allí Apolo-/ Bowie,

en tu lado marciano dormirá el sol y la luna,

en una urna disfrazado por siempre de camaleón,

para hacernos soñar en la tierra,

que hay vida  posible en Marte.

Mohammed de Uixó.