Agustin Caicedo

En una angosta casa

La soledad se abalanza

Cuando de pérdida, la cabeza colmada

Pierde fin y origen, realidad e imaginaria.

La vida no para

Y estéticamente; perdemos el alma.

 

Ya que en la realidad, la soledad no se encuentra

Y en la palabra familia

(Por más que de la tristeza provenga)

Es un conjunto de almas

Quimeras extrañas

Donde familia no es de sangre

Sino de alma.

 

Y aunque estéticamente

En palabras no se hallan

Solo con mirarse

Las sonrisas prometen.

 

Y con amor en familia

En esta angosta casa

Sin cadenas la vida

Sigue sin falta.