Rafael Elias

Un regalo de Dios

 

 

 

No me vengas a decir que tienen bruma

los recuerdos que transitan por la casa,

esos fiscales del ayer que se empecinan

denunciar nuestros fracasos

con vendimias de nostalgia.

Se que los gorriones que acunaron

tu sonrisa

volaban en paisajes cotidianos,

con cigüeñas viajeras, con tempestades

en calma y ostentaban casi siempre

desnudeces de invierno las mañanas.

Y le hablaban de tu al campanario,

al viento, al pregonero que no atina

comprender

por que partieron los geranios.

Te conozco desde que el sol

se posaba en tu sonrisa, la luna

entre tus sueños y el mar

cabía en la palma de tu mano;

cuando de pétalos marchito fabricabas

ilusiones,

cuando tus mejillas olían a membrillo

y era un regalo de Dios-aún lo es-

las caricias de tu madre.

 

 

 

Autor…Rafael Elías Huerta