Humberto Barba

La pesadilla

Duermo profundamente y sueño...

Sueño mucho últimamente, sueños confusos, difusos, amorfos...

Pesadillas mezcladas con erotismo y algo de cinismo...

Y sudo, sudo a borbotones, la camisa empapada me hace despertar en medio de la noche, que derroche...

Duermo de nuevo y otra vez los mismos sueños, pequeños...

Amanece y el sol brilla, pero no parece brillar igual para todos incluso los godos...

Cada quien tiene su afán, cada quien va por lo suyo, lo intuyo...

Calles sin fin, carros en todas direcciones salen sincronizadamente, apresuradamente...

Izquierda, derecha, sigue adelante, a la derecha, nuevamente a la izquierda, quien lo recuerda...

El lugar es pequeño, es otro mundo, diferente, cálido, amable, deseable...

Subo, bajo, acomodo, desacomodo, entró, salgo, paso de largo...

Aparecen los olores, especias, ajo, perejil, cebollas, y suenan las ollas...

El lugar se calienta, las hornillas parecen fundirse, comienza el ajetreo, que jaleo...

Cerdo, pollo y pavo se juntan con almejas y pescado muy elaborado...

Compartiendo honores con espaguetis y macarrones fideos y guarguerones...

El lugar se llena, las mesas no son suficientes, hay demasiados clientes...

Cuatro órdenes al tiempo deben salir, hay que cumplir...

La pequeña puerta se abre y se cierra dejando pasar el alimento, ay que tormento...

Será que les gustara?, ya se sabrá...

Pasan las horas, felices brindan los comensales, todos muy formales...

Final del día, resultado increíble todo se lo han comido y también bebido...

La cintura ya no aguanta ni la garganta...

Y la merecida cena que esta muy buena...

Cenar con tanta hambre me da calambre...

Quedo con la barriga llena y hay luna llena...

Regreso a casa y me acuesto muy lleno eso no es bueno...

Y de nuevo la pesadilla, que maravilla...