Poeta del Silencio

INSTANTES ÁRIDOS

Instantes áridos del arte de un suplicio,

que en mis manos vacías y en el recuerdo marchito

florece el profuso llanto de la nostalgia.

 

En mis brazos la tuve bajo el prestigio de la noche,

inmerso el sueño en el desvelo de sus caricias,

aun cerrados sus ojos gritaban dulzura.

 

Furor internado en el alma en su partida,

casi muere ahogada en el silencio,

sin palabras, sin gestos se ha marchado en lejanía.

 

Nubes arrugadas vestidas de muerte

cargadas de lágrimas invernales y frías,

inclementes notas mojadas en delirio,

anidan la indulgencia del dolor oscuro del amor.

 

La ínfima euforia de victoria

ha cercado sus raices sobre la arena,

precisa aferrarse antes que el suspiro del viento

se eleve y derribe hasta su sombra.

 

Instantes áridos que estremecen por instantes,

ataduras en cadenas que aprisionan en llanto,

ha muerto el amor cuando llega la estela de un instante árido.