Marlo Blando

Soneto deforme: un informe estólido-existencialista acerca de la poesía impúber

En la blasonada mentira de la sangre espuria,
como cáncamo de ojo ciego en su giro aturdido
existe la orzaga del pobre tallo henchido
pintarrajada en flores verdes de penuria.


¡Oh, bastardo andar de fardos mal versados!
¿Hasta cuándo tu nasardo que estrófico lacera?
¡Redova que no es mazurca, saliva para bocera!
¿Crees que chirlomirlos alguna vez serán loados?


La corpa no se talla a borbotones guturales,
ni vale un cobre sin sus vetas refinadas.
¿Es la alfarda el diezmo de las arcas?


Hoy la calacuerda grita arcabuces bestiales,
agotada por las lisonjas desgoznadas.
¿Por qué sigues Cervantes, preso de heresiarcas?