Marc Tellez Gonzalez

Después de ti, no existe infierno.

 


Amor.... quiero que sepas que eres la flor que da vida y color ante mis ojos y tristezas.


Cada día que transcurre y estoy a tu lado, me das fortaleza y esa razón de seguir adelante, porque sencillamente ahuyentas mis más grandes miedos.


Saber que me amas alimenta mi espíritu, agregando luz, dulzura, paz y armonía, difuminando mis pesares.

 

Cuando llegaste a mi existencia, en mi interior ardía un infierno, que quemaba mi corazón cual bosque víctima del fuego feroz; apareciste como el milagro en forma de lluvia y redención.


Nunca me imagine que las virtudes de ti llegarán de esta manera, cual gotas de lluvia y sinfonía de alegría, sofocando de tal modo ese mi breve infierno.


La tristeza llega a ser muy terca, y tú sabes como ahuyentarla con tu alegría, tu mirada, tus palabras y eso que en ti veo mi dulce amor de virtud.


Oh, amada de mi alma, amor de mis amores, abrazame, abrazame muy fuerte para no llorar, que de ti ahora gozo.


Que me lleve el diablo sí no me amaras, porque el paraíso lo eres tú, solamente tú.... mi dulce amor, mi dulce mujer.

Porque después de ti, tal vez... no existe infierno.

 


Marc Téllez González.