Juan Carlos Pouso

De tus manos

De tus manos vinieron las auroras

blancas, tibias, despeinadas.

Desordenadas sábanas

custodiaron tu cuerpo

mientras un sol tímido y celoso

descubrió los valles y cerros

donde perdí la razón.

Y recupere la calma

 

Partiste y extraño  

casi tocar tus manos.

mientras duermes.

A mi lado, en la aurora

tibia de mis sueños.