sanzsant

CUANDO LA HUBIERA...

Nada como una sonrisa que provoca... un cuerpo que abriga,
una boca que inunda, unos labios que como leños ardientes dejan huella en la piel...

Nada como un sólo latido tuyo que me nombra...

y al sol ver salir entre las nubes llenándome de luz...


Nada como la suma de un beso... a otro beso...
que no sólo suman dos besos, si no la eternidad en dos labios abiertos
con lenguas amarradas y los ojos cerrados donde cabe un universo.


Nada como sentir el calor de tus manos cuando me abrazas...

¡suspirar en tus ojos!, sólo por verme en ellos... o dibujar de mi semblante en un solo gesto...

el anunciar por que entiendas que te amo... decir una y mil veces... ¡sin callar!, bien alto...

Luego sería de cobarde responder con silencio; pués fría, cortante y filosa, sé que en el silencio

mi ausencia te embargaría...


¡Nada como sentirte amor de mi vida!, porque aunque nadie sabe lo que a ti digo,

la noche entera para mí es corta sin dejar de soñar contigo, y aún... todo el día poco para pensar en ti...


Nada como escucharte hablar, y sentir tantas veces amor; que tu voz... es el eco de mi alma.

Tanto así, que con nada;... he matado un nuevo día, ¡no sé cómo!... pero he logrado sobrevivir...
lo he vencido...


Mañana tendré que pensar en una nueva muerte, una nueva forma por salir ileso.

Por aventar airoso mi afecto empujando al río mi barca repleta de sentimientos que se envuelven en un cierzo otoñal,; dejando indiferente al temporal intente perseverar en ella, para sentir sin dudas que no es de su misión conseguir ni desarmar jamás tus alas blancas...


Y así de ésta azaña, batalla de mis renglones sólo es misión mía la de seguir fabricando nueva la forma que no deje me pierda;

sólo por sin más bien pueda; vencer la ausencia 

                                                 

                                                                    CUANDO LA HUBIERA...

 

SSM. 02-01-2016.