alejandro guardiola

VINO DE MUY LEJOS

Vino de muy lejos

para morir entre tantos

vino de muy lejos

y se murió de llanto

 

Con un corazón enorme

como el sol que nos alumbra

llegó cansado una tarde

con las calles en penumbra

 

Le pidió un vino al posadero

en el brindó por su amada

en voz alta el viajero

invitó al que con él brindara

 

Por ella, por la que más quise

por aquella mujer de porte altanero

y levantando la copa en la tarde

le dedicó su adiós sincero

 

Luego quedó dormido en la mesa

pues ya nunca se despertaría

la Parca se llevó a su presa

nadie cantó una letanía

 

Cuando abrieron su maleta

encontraron una carta

que en pocas palabras decía

tu eres toda la vida mía

 

Ahora que Dios te llama

para mí un puesto reclama

la vida sin tí no es vida

mi gran amor, mi bella dama