Marlo Blando

TROIS

Allí, donde el baricentro de la sangre
promete travesuras tripartitas,
el amante, ella y el marido tentetieso,
ese que vuelve a su eje de espiga
erecta y triste tras una nueva contusión,
allí es donde ella vive,
su sinistrorso apaleado
por tanta lidia de alcoba,
doble turno de escaramuzas endocrinas.

Y aún así, su colágeno soporta tanto embate.
La zabordan ellos dos,
se desencalla en la vida sola.
El crápula y el vilordo,
y ella mesalina e íntegra.
Entre el aullido y el mesurado gemido,
A medio camino de la ignominia
y el accésit de su pedestal social.

La invidencia de su entorno es evidente.
El mutismo de los otros,
y su bilingüismo carnal.
Sabrosa y cochambrosa,
consecuente y viripotente.
Hoy es el día. Hoy no se divide.
Hoy demanda que ambas mitades suyas
se reconcilien en la noche.
Y tiene todo el flogisto necesario
para los dos a la vez.