Julieta Love

LUNA

En la noche,

allí en lo alto,

me observa.

Es solo un punto blanco,

intrigante,

brillante,

sutil,

hace bello el momento 

y puedo simular tomarlo con los dedos,

pero es imposible.

 

¡Es la luna!

 

Su fuerza me atrapa,

me he convertido en otro ser,

una licántropa;

un ser poseído

por su fuerza incontrolable,

una esclava de sus salvajes instintos,

un ser indomable

apostando la vida

postrado a voluntad de un astro,

mezcla de razón y salvajismo.

 

Y sigue la luna mirándome fijamente

mientras se deleita con una visión

esquiva de mi rutina.

Siempre incitándome a ser yo;

un ser salvaje, 

enternecido por su belleza.

 

Es maravilloso,

estar a su diestra

aunque haya transcurrido la noche,

y ya el sol se asome en la ventana.

 

Al despertar,

junto a mí,

hay un destello,

puedo verlo,

sentirlo,

y entonces me doy cuenta que

no se ha ido aquel trozo de cielo.

 

La luna se ha mudado al crepúsculo

y lo ha hecho hermoso

ya no hay noche solamente

ahora hay vida.