Carlos Alcaraz

ELLA, la del poema

Tú me inventaste una vez al describirte, y  sí me gustó la foto. Esta vez, yo te inventé. Esta vez, ELLA será como YO quiera.

 

I take the trouble, I take the time

I get the feeling that I’m doing what’s right.

I may be reckless, may be a fool,

but I get excited when I get confused.

 

 

 

Ella no es tan complicada como piensa.

(y/o ella no es tan complicada como cómo piensa).

 

Ella me mira sólo cuando no la veo.

Me grita con sus ojos bonitos que quiere que la vea.

Volteo, y desvía la mirada.

No me está viendo. Ella no hace eso.

- ¿por qué desvió la mirada? –

 

Sabe que si lo hace, dice 8 cosas distintas color chocolate.

Y es peor si habla. Nunca sabe qué quiere decir,

Pero siempre es muy directa y clara. Ordenada.      - JA -

Yo le digo que sí, y le sonrío.

Ella sonríe. Sabe que no le entendí.

-   yo sí rimo –

 

Ella es un libro abierto, escrito al revés y con lápiz,

en un idioma que ella misma inventó.

Se borra de vez en cuando, cuando se le antoja borrarse

los párrafos de interlineado sencillo, Arial 10, justificados.

Y se escribe en la mano

versos que sean tan confusos

como para entenderlos.

 

 - Do I like to have confusion? Yes I do -

 

Ella pide solicitud por escrito y luego la convierte en

un avión de papel. Le prende fuego y lo pone a volar.

A ver si vuela.

- a veces vuelan –

 

A veces, en los días nublados

toma de la mano a su ilusión y la hace correr junto a ella.

Corren juntos al precipicio.

Y cuando están al borde de saltar, se frena en seco, la suelta.

La deja caer.

Llora una sola lágrima, y vuelve a buscar ilusiones,

que sean tan ingenuas como para correr con ella.

 

Lo peor de todo soy yo. No sabe por qué me quiere.

No le he dado una sola razón, sino todo lo contrario.

Debería odiarme por ser TAN como ella, y sin que me lo pidiera.

Y sin pregonarlo a los cuatro vientos como ella.

Y al mismo tiempo

Todo lo contrario.

 

Ella murmura te quiero entre dientes.

Y es tan obvio que quiere que la escuche.

Se hace la que no dijo nada, y espera lo mismo de mí.

La verdad, me gusta que lo diga.

Y sólo por eso, también hago como que no dijo nada.

Sólo por eso.

 

De algo estoy seguro:

ella definitivamente se quiere. Por eso me busca.

Ama enojarse, y llorar, y frustrarse de saber que

no puede tenerme. Y por eso me ama.

Igual no me tiene.

 

Ella me dice que soy un patán. Un mamón. Y que soy lindo.

Y piensa en lo fácil que soy, lo predecible que me volvió ser tan impredecible.

Y – ella sí -  no trata de entender por qué no logra entenderme.

Piensa en lo tonto que soy, y en las veces que (a propósito) la hago sentir

la niña ingenua que  - a veces - odia no ser.

 

Ella no quiere ser normal.

Trata de asustarme con mis propias preguntas, y sus omisiones.

No respetar sus propias reglas es su alergia y su adicción.

De cualquier modo,

Lola siempre escribe cada vez más mal.

 

Ella quiere besarme y correr. Dejarme con cara de

no-tengo-idea-de-por-qué-hiciste-eso.

Pero sí tengo idea:

quiere que la bese, y que corra.

Que la obligue a quedarse con cara de

no-tenía-idea-de-que-pudieras-ser-tan-tonto-como-para-hacer-eso.

Y emocionarse toda por dentro.

Y correr tras de mí, cachetearme,

                                   besarme,

                                   cachetearme,

                                   besarme.

                                   Correr.

 

Sus cartas no le bastan.

Quiere que le amarre los brazos, para intentar matarme.

Aunque sabe que no vale la pena intentarlo.

Una de dos: o no valgo la pena,

o no podría de todas formas.

No hay un punto medio.

No hay trato.

 

You should’ve known I was dangerous

(As I already know I’m just chasing the wind)

- Y QUÉ –

 

Ella quiere verme dibujar corazones y ocultarlos después.

Quiere saber que yo sé que eso no va con ella, ni conmigo, ni con nadie.

La gente se CREE tan rara hoy en día. Pero nadie es tan peculiar.

En especial yo:

 

Uno de tantos tipos con exceso de confianza

y muy poco interés en ser lo que ella esperaría.

Que nunca ha leído Romeo y Julieta

pero ya cree que puede tocar en el piano la pieza

que salía en la película de los 60’s.

- Deep in this anatomy, buried -

 

Uno de tantos que a veces escucha baladas románticas

Y las tararea más al rato.

O todavía más al rato, las va y las canta a su puerta.

El muy perro va y le lleva una serenata que nunca quiso, que nunca pidió.

Y llega gritando su nombre para despertarla,

con esa sonrisita que ella odia con toda su alma.

 

Muy en el fondo ella sabe (lo supo desde un principio)

Que no soy uno de tantos.

Por eso sigue viniendo a provocarme.

Es más bien una corazonada.

Porque lo que pensaba de mí, le hizo tener la impresión incorrecta.

(la que todas tienen  - y ella que se sentía tan diferente - )

Aún la tiene. No sabe cómo soy. (Tal vez) no debería amarme.

 

Podría seguirle el juego, amarla y que me ame, y después

darme la vuelta y desaparecer.

Dejarle el corazón roto antes de que ella lo haga.

Anticipando su bipolaridad. O la mía.

Nunca lo sabría-mos.

Podría hacerlo sin una sola razón,

O podría NUNCA hacerlo.

 

Esperar a que ELLA se vaya,

- porque yo también soy adicto a saber que no puedo tenerla –

 Y terminar escribiéndole  un poema o dos, una canción.

 Los más húmedos de tristeza.

Tal como ella quería. Tal como yo (esta vez no) esperaba.

Dejándome el corazón en los huesos y yo de rodillas,

dedicándole esa (y quizás otras) canciones de Sabina.

Porque se me antoja pensarla la del portazo.

La del hola y adiós.

 

Ella quiere hacerme rabiar. Quiere probar que tan lejos llego.

Quiere esperar que NO cumpla con sus expectativas,

Pero igual me detengo. Me alejo.

La abandono dos o tres días, y a ella le da igual.

Yo pienso: aunque baste contigo para quererte, yo te quiero.

 

Y en realidad ella no es tan complicada como piensa.

Sólo tiene miedo a ser descifrada.

Aparecer simple y desnuda con sus sueños entre las manos,

apretándolos fuerte contra su pecho, con los ojos inundados.

Enamorada.

 

Aunque sabe que es un deseo infundado.

Eso nunca pasará (por más que ella quiera)

Nunca podrá ser descifrada.

Yo también lo sé.

Así indescifrable, así quiero quedarme con ella.

Y ella también quiere quedarse conmigo.

 

Quería ser complicada. De verdad quería.

Se esforzó.

Se trago su dosis diaria de poesía corrosiva.

Intentó venderse una palabra -  ¿verdad, persona? ­-  y rechazó la oferta.

No hay trato.

 

Ella nunca ha sido mía y tal vez nunca lo sea.

Porque ella también es adicta a correr tras su sombra,

con su ilusión de la mano.

Ella, el chiste local.

Ella, el enigma agridulce.

Ella. La del poema.

 

All this determination to make it make sense…

Have I forgotten what the question was?

- It’s too late for someone like me.

 

 

Carlos Alcaraz

22/03/2010