Sumergidos y emergidos! Así nació Independencia.
La vehemencia de un pueblo sumergido en las entrañas de su tierra, Yaracuy, en la hermandad de su patria chica, San Felipe, en las rapsodias cautivadoras de la crepuscular Ciudad de Barquisimeto, y en los encantos del Estado Lara, transciende y coloca su afán autonómico, incesante, perseverante y autentico, en el norte de sus sueños. Es Independencia, haciéndole gala a su nombre, a su tolerancia e investidura, la que galopa al son de la libertad y al ritmo de su propio albedrío. Luce este pueblo indomable e indetenible en su larga cabalgata por capturar su autodeterminación.