Poeta sin alma

Entregate

 

 

Endulzada con mis besos
dejaste caer tu cuerpo en la cama
y guiando tus manos a mi pecho
te entregas toda mi bella dama.
Al ritmo de mis latidos 
vibran tus manos sudorosas
sintiendo como entro en ti
para llevarte a un paraíso.
Rígido cual roble tierno
provocando un leve dolor,
pero lo ignoraste en todo momento
acelerando mas tu corazón.
Vestiste mi cintura con tus piernas
mientras mi lengua vestía tus labios
admirando tu cuerpo vibrando
y los gestos que indicaban placer.
Bajo tu abdomen pude sentir
esa humedad que provoca el sudor
y en tus labios pude presentir
el clamor pidiendo no saliera de ti.
Tus pliegues lograron atrapar
de mi parte todo el bullicio,
todo embiste, todo palpitar,
haciéndote perder el juicio.
Gemidos rompiendo el silencio
movimientos locos y acelerados
tus caderas golpeándome el cuerpo
y mi entrepierna moldeando tus labios.
De repente la cama queda callada
y las sabanas continúan vibrando
vaciándome en tu interior 
te siento en mi toda mojada.