Eres el deseo viviente mi bella genio, labios de oasis en lo más árido de venus, tus besos hidratan los sistemas de mis sentidos provocando el recitar, los latidos, suspiros, escalofríos, todo lo que entregas es invaluable que estoy en deuda con su belleza que me inspira a vivir entre la letras.
Escapo en el delirio al dar el primer paso, ¿acaso al ocaso el recorrer del sol paso? Una estrella ilumina más y si se encuentra en mi sistema, hecha de pétalos de fuego con el don de dar la luz, hidratada de lava cautiva al abrir cada botón a la radiación lunar, ¿con que fin San Pedro te libro a lo terrenal?, ahora al conocer un fragmento del jardín celestial, me llegan las palabras queriendo transcribir lo que causas en la venas en este frenesí, al contacto de tus labios carmesí.
Lincoyan del Rosario