Teo Revilla Bravo

INVIERNO LARGO

 

 

INVIERNO LARGO

 

Sobre la noche húmeda resbala la luna,

fría, solitaria, y hechicera. Bogan hacia

ningún destino concreto, los deseos

desnudos que habitan las blancas sábanas

del extravío; hilos de oro y plata son

que dejan en el crepúsculo, reflectando,

bajamares, flujos y mareas.

Un soplo etéreo, cargado de áureos sonidos,

tutela los procesos vertiginosos de la vida…

 

Yo, botarate del desánimo, desterrado

de la luz y de sus suaves misturas,

calzo –albas insomnes- los chapines de reina

desolada que dejaste bajo el lecho,

deshago palabras de amante atrevido,

improviso cantos de lamentos y alegrías,

invento latidos de aciertos y arrebatos.

 

Compruebo, arrebolado, la belleza sutil

de tu rostro un día más, y me acojo

al aleteo perfumado de las aves al vuelo.

Un soplo de aire ignoto e invisible, alba

feliz, nutre los perfiles del amor.

Es tiempo de sementeras, siegas y almácigos.  

 

Ya es sabido que las flores, -roja,

portentosa es la rosa en el azul del cielo-

aparecidas en la loca hora de amor

crepuscular, nos destemplan y asolan

la larga noche; y sin embargo,

cuanta primavera hermosa proclaman

alegres en este invierno largo de incierta

milagrosa singladura…

 

Pues el tiempo del amor se abre, se apacigua,

se revierte en ti y en mí, y se esplende…

 

 

Barcelona,.2009-2011

“Márgenes del alma”

©Teo Revilla Bravo.