Raquense

DUEÑA DE MI MENTE

 

Mi corazón que había perecido,
y ahora le siento latir con tanta fuerza
haciéndote dueña de mi mente..
Dejándome exhausto en esta inmensidad
soñando despierto en esta nostalgia,
rodeado de viento y locura.

Hermosa muerte del dolor
de mi antigua agonía que me vio nacer.
Te encuentro en los versos
y me quemas la piel y el alma
entre los silencios de tu ausencia,

enséñame a vivir sin ti...