Eran los sentimientos embutidos en el pasado
Eran palabras desgastándose en el olvido
Calcomanías en las manías del silencio
Luces y espasmos oscuros
Removiendo las sombras
En los acertijos del Destino
Cada vez mirar el sol, quemarse las lágrimas
Padecer el dolor sobre la superficie del verbo
En la carne duelen las huellas
En la Vida respirar duele
Escritores exhalando la sangre
sobre el cristal pálido de la muerte[...]
La noche está manchada de cuervos
Cruje el aire, el aliento se esparce en la miseria
Fantasmas adornan las calles nebulosas en el alma,
Quisiera escapar de este soliloquio que se vuelve piedra, se vuelve húmedo
Se vuelve dolor a través de la quemadura maniática que mastica mi fragilidad
Ella cubierta de harapos estrujando la sed del animal envuelto en noche
El funeral sacudiendo el arma, apretando el vientre ante la necedad del destino
Envuelto en placer terrorífico a través de las fauces que atraviesan la piel
El hedor clavándose en el tatuaje sanguíneo de la cruz lapidada en la pesadumbre
El castigo y los azotes de la bestia emergiendo de la tierra hasta llegar a mi carne
Pudriéndome a través de los latidos del reloj, contando el tiempo que se desvanece
A través de la lluvia, sacudiendo sus lamentos en la Violación de mis palabras...,
Poetas que mueren, en la demagogia del vino, material sanguíneo para nuevos aplausos
Recursos que adoquinan los niños envueltos en sueños quebrados, desviación del dolor
Apretar el pecho, ser invisible y expulsar el alma..., exprimir la tinta de la piel,
Miedo, miedo a donde te llevas mi voz, mi rostro, mi sonrisa clavada en el cristal,
Mi reflejo en la obra, la exhortación de mi semblante, la muerte en el pasado...
Ella quebrada, violada y enterrada.