SoledadGabriela

Quince

Quince;

quince veces te roguè,

quince veces te suplique,

quince.

Quince veces

ignoraste el dolor que me hacìas,

fueron quince las decepciones

y quince veces las veces que ilucionastes y alimentastes mi alma a punta de esperanzas y promesas vacias.

Quince,

quince fueron los primeros besos; cuando la pasion era joven y el fuego estaba en su mejor llama...

quince, quince rosas recibì,

rosas rojas, como la sangre bombeante en mi corazòn,

a diferencia del tuyo, un corazòn vacìo, sin alma, sin sangre, sin vida.

Quince veces asesinaste esto que sentìa por ti,

pero fue la nùmero quince, la ultima, la esperada, la màs dolorosa.