Erickzen Ludewig

Fondo de una botella vacía

Hoy,

se congelan mis huesos

frente al espejo

al ver tu rostro

quebrado en mi reflejo.

 

Ayer,

te abandone con una semilla

palpitando en tu vientre

mientras naufragabas

en un pozo de lágrimas secas.

 

Mañana,

surgirán víboras azabache

de estos amargos recuerdos

que me morderán las venas

para alimentarse con mi sangre.

 

Muy dentro,

mi piel desea

volver a calentar tu cuerpo

arroparte con mis brazos

y saborear el néctar

que destilaron tus senos.

 

Ansío,

que volviéramos a bailar desnudos

bajo la lluvia y el trueno

y copular febrilmente

en la oscurana de un cementerio.

 

Develo que sin ti,

soy prisionero de tu silencio,

soy una sombra que busca dueño,

soy lumbre sin candela

o una piedra mecida por el viento.

Soy una cucaracha bajo las cloacas

¡Huérfana de ilusiones!

Soy un vivo que sigue dormido

o un difunto que carga su féretro.

 

Anhelo,

¡Reconquistar tu voz y sacudir

tu cuerpo!

¡Reconquistar tu aliento y levantar

a los muertos!

¡Reconquistar tu amor y desangrar

al tiempo!

 

Pero no puedo

¡Siento que caigo desde los huesos al alma!

¿Por qué?

¿Por qué los errores pesan más que las virtudes?

 

Sola y desamparada

en un mar de sangre y fluido amniótico,

te deje cuando dabas a luz

a una manzana podrida.

Que sollozante, gritaba mi nombre

por un trozo de amor

de un padre traidor

que lo rechazo al momento de nacer.

 

Un niño nace

un padre huye

y una hermosa muñeca

se rompe dando a luz a la muerte.

 

Yo,

¡Me maldigo a mí mismo!

¿Será que debo amar a la muerte

por ser mi vástago?

 

No interesa

¡Me importa un carajo si ya nada importa!

Soy el padre de la muerte

¡Una maldita escoria!

 

Estafe tus sentimientos

y cobardemente renuncie a ti

preñándote con la muerte.

 

Tu imagen me persigue

a donde quiera que voy.

El último vestigio de tu existencia

cuando te quedabas dormida, soñando,

que entre tus brazos sostenías

a la eternidad.

 

Ahora,

soy un zombi en vilo

que vaga en pena

arrastrando el peso de tu leyenda.

 

Por eso...

Salgo a buscarte de noche y de día

en el fondo de una botella vacía.