angelillo201

Paseillo por el Califato

Para firmar mi asesinato,
comparezco.
Con todo perdido y nada olvidado,
en este día hueco,
por el que asoma sacrificada mi sombra,
picoteada por el gusano.
Firmo,
con una mano cortada,
sobre mis hojas perdidas,
que me robaron cuando croaba,
sobre un canto de papel.
Grito de asco y de incredulidad,
con un diente y un ojo partido
ante una multitud de ojos y oídos muertos,
junto al ronquido del taquigrafo,
que despierta con el tic tac nervioso del martillo.
Desaparezco asesinado,
como los peces bajo la tierra,
para entregarme a los tentáculos de un pulpo,
que vive dentro de una concha.

Firmo,
por la conciencia de un erizo de mar ,
y de todos aquellos ciempiés subterráneos,
que no avanzan con la corriente de las aspas.

Vengo pagando por el pecado de otro,
por tropezar ,
con una serpiente a la que me entrego cada día de paseo,
al que vengo a firmar mi asesinato.
Angelillo de Uixó.