abraxas

Crisol

De entre dos ramas celestes la nueva tierra se irguió
Sedimentada de gris agonía, en la carne la elegía
De entre el Eufrates y el Tigris, un nuevo orden brotó.

 

Rudimentales hermitaños pintaron vastos murales
Comprendiendo los astros, y las mañas del tiempo
Elevando la existencia mas alto que los aborrecibles pilares
Tejiendo en las estrellas la nueva cara del viento

 

Habitan en lo profundo sus cavernas
Entre escaleras de diamante se tuercen y abren
Hacia la recamara mas secreta
Donde silenciosamente, se derriten infinitos mares

 

Una replica casi perfecta de Ulises las navega
Mar bravío, durante acaso milenios o solo un dia
Cruzandose con barcazas desechas fatigadas
De inverbes capitanes, de ensanchada agonía

 

Mas esta replica tuya jamas se rinde
Y al final del camino puede ser que encuentre
De entre las joyas y el oro un mejor presente
Aquel que eternamente lo salve de la muerte

 

Esta es sola una leyenda que comentan
Aquellos seres inmortales que moran
Aire adentro desde las piedras
Donde el cristal y el carbono son fauna y flora