Gustavo Echegaray

JURAMENTO

Si encontré tu corazón
fue en una grieta del tiempo,
entre piedras dormidas,
bajo la sombra en silencio.

Allí, donde el amor

de a poco se hace llama,
te ofrecí esta hoguera,
no de lento fuego,
sino de larga espera.

Y en el valle 
verde y sin dueño 
la luz rozó mis ventanas
como un párpado sereno.

Entonces supe 
que no hay adiós
sólo un pacto sin palabras:
tú y yo, amando
en el tránsito perpetuo
de los días que no mueren.