gatoconbotas_58

El retorno a la imaginaciĆ³n

Fue suficiente,

una voz conocida

más allá de los papeles

que venía desde la distancia,

ese espacio no medido,

sin sentido,

ese que viene retumbando

en las paredes de lo imposible.

Desenterrada la voz

como un sonido muerto viviente:

del mas allá.

Sin embargo fue una aurora,

un sueño que venía a ser cierto,

yo la quería cerca,

al lado,

recostada en el césped un día de verano,

cerca del río verde y marrón

donde tantas veces había estado

o simplemente

caminando por la costanera

con sus zapatos rojos y tacones.

Me propuse volver,

dejar de releerme

y volver,

ella lo había pedido

con esa vocecita tan suave,

al oído

y para que no la oigan,

ella había pedido por favor

superando todas las barreras físicas de tiempo y distancia

y fórmulas tan naturales

como nuestros propios cuerpos terrenales,

como si su vocecita fuese la vibración

de cuatro alas transparentes y celestiales

entrando por los ojos

mas que por el común del sistema

y una vez instalada en las paredes grises/rosadas

bajara a la velocidad de la luz

hasta el órgano del amor

haciéndolo latir mas fuerte.

Ella había vuelto,

estaba otra vez esperando que la encuentre

y yo

tal vez no la merecía

o tal vez la había merecido siempre

como el sol

que me regalaba una vez más su sombra.

El camino había sido el de siempre

una acuarela celeste

rodeada de flores y cabellos color chocolate,

curvas de cintura fresca

y tenues labios de frutillas rojas

apenas pálidas

como cerámicas

adornando la imaginación.