Mispoes

Tu boca no sabe salvar

Siempre te diriges a los trágicos,

A aquellos que viven colocándose cada mañana en el limbo

Y se balancean sobre la rama más larga

Del árbol más próximo a la orilla del abismo.

 

Te aprovechas de su falta de miedo,

De su necesidad de ponerse en peligro

Y te alimentas de sus gritos de lamento

Que ahogan en la perfección de tu coartada.

 

El único placer que conoces

Es llevar al límite sin consideraciones

Empujas a cualquiera más allá de la reventazón

Y lo dejas solo porque tu boca no sabe salvar.

 

Aprietas tus labios, enmudeces, alejas de ti toda la culpa

Y levantas la comisura derecha de tu boca

Y se forma ese hueco en tu mejilla,

En el que se hunde el más tenaz de los humanos.

 

Tu mirada se alza con desfachatez

Y mis prejuicios se caen a pedazos sobre tu cabello enredado

¿Es que acaso podría renegar tu maleficio?

Si es el más dulce encanto no consumado.

 

Y caminas de vuelta hacia la ventana

A paso lento y liviano dejándome ver tu silueta

Contra la luz de la calle, la luz que traspasa

Tu piel cada vez más transparente y lejana.

 

Mi orgullo se desploma sobre el suelo,

No tengo forma de detenerle.

Te abalanzas por cada uno de mis sentidos

Y elevo mi bandera blanca en irónica derrota.

 

Bárbara Barrientos