Elizabeth Chacon Stevens

REFLEXIÓN EN NAVIDAD

 

Miércoles, 10 de Diciembre del 2015 a la 1:41 AM.


Alcanza la noche a cubrirse de alegrías, del repiquetear de fuertes campanas desde lo alto del campanario de las iglesias y las ciudades; la emoción cunde vestida de brillantes panas; hombres niños y mujeres de todos los recodos se aprestan a alabar los orígenes del hijo de Dios. Se siente la alegría se sienten esas caritas dulces que sonríen encantados, esperando noche buena unidos en familia, unidos de corazón, unidos por amor, unidos para abrazar la espiritualidad que nos brinda este ser Divino, Jesús, que dio su vida por todos nosotros en navidad; todo el mundo siente armonía, amor y paz en esta fecha.


Los cielos azules están resplandecientes, se cubren de su mejor atuendo, las estrellas del firmamento sonríen más bellas, la luna se vuelve preciosa y eufórica, el mundo se detiene, los pasos se detienen, la vida es un mar de júbilos, y el hombre sus sueños aflora con esperanzas que oran, sus fantasías arropan su alma y se llenan de calma, y con reverencia se hincan ante Él. Grandes cenas se preparan, muchos regalos cubren la base del árbol de navidad, la casa se llena de sorpresas, esperando ser sorprendidas por aquellos niños que rumian la noche para descubrir el secreto. Santa Claus los emociona con su grande trineo lleno de juguetes, bajando por la chimenea para dejar los regalitos en el arbolito Navideño. Los fuegos artificiales se aprestan a cantar y relucir sus colores, la noche se asilencia por la presencia y solemnidad del Hijo de Dios a las doce de la noche cuando la armonía reina, la paz se siente la alegría invade los corazones de cada ser y la sensibilidad nos humaniza en noche de paz de amor y de regocijo.


Más allá del gozo celestial están los inocentes de alma y corazón que sufren que lloran, que sienten hambre y frío; que no gozan ni gozarán el pan bendecido de media noche, ni tendrán regalos ni cenas familiares ni un techo donde pasar lo noche por lo escabroso de sus destinos. La indolencia los envuelve como se envuelven las serpientes venenosas para matar a su presa y dejarlos sin aire para respirar. Todo es monótono lúgubre, sin la sal que aderece su alegría, sin el pan que alegre sus almas, sus estómagos porque los seres humanos los tenemos en el abandono y volteamos la vista para no ver su dolor ni sentir su pesar ni su hambre. No son la maleza que se debe eliminar, son el fruto de la pobreza porque la riqueza no llega a tocar su puerta ni ejercen profesiones dignas ni trabajos para solventar sus necesidades. Son seres humanos con las mismas necesidades que cualquier otro ser pero no las tienen.


Os pido hacer feliz al niño o al adulto en desgracia; que nuestra generosidad en perspectiva vista, alimente, de amor, paz y regale el condimente que los haga feliz, que los mantenga con salud, que les provea un techo donde vivir y que no sufran. Sintamos misericordia y compasión por el meollo de sus esencias que son dolorosas; escuchemos sus gritos sus lamentos ante su débil vivir, aletargados. Están confusos por los abusos que cometemos, Oh, sí los hay; muchos abusos. Al pobre lo hacemos trabajar como bestias de carga, y si es gratis mucho mejor.¡ Impotencia! La vida no se les da fácil; hay muchos estragos y somos muy insensibles. Mientras más pobres mas infelices son. Os pido a Dios y a todos ustedes levantar su copa de paciencia, humanidad, bondad, altruismo, consideración, respeto, amor, paz, y brindemos para que los pobres de alma e indigentes puedan llenar su alma, corazón, vida, y esqueleto que lentamente se consume, cubriendo sus necesidades básicas: Acceso a un techo, alimentos, visitas a un doctor, y abrigo para cubrir sus cuerpos del lacerante frío o el tórrido calor.


Nosotros necesitamos entender cuál es la diferencia entre caridad y justicia; la justicia social del compartir nuestros dones con los demás, aquellos con los que Dios nos bendice y que Él hizo por nosotros en forma equitativa; entender que Dios ha creado al ser humano con una dignidad especial. Los que tienen más deben compartir; sin embargo no se da; son la mayoría de clase media que comparte su tiempo, aporta en beneficio de una causa justa sin tener que pretender como lo hacen los grandes y se hinchan o ufanan y les dan publicidad y siguen mejorando sus grandes negocios.
Alcanza la noche a vestirse como se visten los niños con sus mejores atuendos para recibir Navidad, con sonrisas, alegría, amor, paz y felicidad. Se acerca la noche y las pobres almas del universo están descobijados de amor, dicha, encanto, y lo esencial para vivir, y gatean entre las sombras del olvido en Nochebuena. La realidad asusta, lacera; sin embargo, no todo está perdido. Pobres y ricos celebran Navidad dentro de su condición entre llantos y sonrisas al alabar al Rey de Reyes en su nacimiento.


¡Feliz Navidad para todos y cada uno de ustedes!


FELEXIÓN EN NAVIDAD
Autora: Rosa Elizabeth Chacón León/Stevens.
Derechos del Autor Reservados.
Contumazá, Perú
Miami, \"Tierra Primaveral,\" USA.