LUIS ADONAY VENEGAS LEYTON

La Tejedora de almas

La Tejedora de almas

para mi madre

Fuiste  un sueño mezclando colores,

puntada tras puntada,imaginando tejidos,

en un vuelo sin fronteras 

en afanosa búsqueda de un cielo desconocido

que te permitiera expresar las enseñanzas que en silencio,

bajo las sombras del bosque, donde los rayos del sol

te diseñaron las transparencias del arco iris y el rocío

que siempre sembraste como lección aprendida

en tu mágico telar mezclando la lana con el cristal.

 

Tus hebras fueron surcando los espacios permitidos

como canales de luz rompiendo la espesura

cruzando por entre las hojas sus luces como caminos...

Desde la profundidad de tu alma surgen los recorridos

de tus dedos como antorchas que iluminan con fulgores

los surcos ocultos de la imaginación...

La lección de mezclar los colores, entrelazando los hilos

como la luz de sus trazos que inclinado descenso

caen al piso como un mullido choapino.

Es la trama del paisaje que refleja y repite

el titilante brillo de las estrellas desde las alturas del cielo.

 

Tú, tejedora del alma que urdiste innumerables tejidos,

chamantos multicolores

también bordaste, con mucha paciencia y dignidad,

el espíritu de muchos los que te rodaron,

en silencio, solo centrando el oído.

De tus hijos y descendientes en silencio y para siempre 

como roca sempieterna amalgamando 

el espíritu abierto y el amor con el tapiz de lo bueno.

 

Tu mundo fue la soledad en un enorme universo,

tu mundo fue la paciencia de la contemplación,

tu mundo fueron los silencios de la naturaleza,

tu mundo fueron tus esperanzas entrelazadas,

con tu fe de lograr todo con nada...

teniendo nada podías lograr todo,

solo había que tener fe y esperanza,

solo había que ser roca dura y firme,

solo había que ser fuente de agua...

 

El surco abierto, proveería la esperanza,

la dignidad de ser, te aportaría el respeto

de todos y por todos...

Tu dignidad estaba representada por ser tejedora,

mujer, hija de madre soltera, madre y abuela...

para ti, no importaba ser reina,

lo importante era...ser mujer,

compañera del hombre y pilar del mundo...

 

Lo importante era ser semilla...y, de la buena

porque los frutos serían igual a la semilla de siembra.

Para cosechar había que sembrar y para ellos había que saber sembrar...

porque tú,ya habías preparadoels surco sobre la buena tierra.

 

Esa es la vida, esa es la construcción de la vida,

esa vida que es como el telar donde, hebra a hebra,

punto a punto, color a color fuiste urdiendo

el chamanto de nuestra existencia.

Así fuiste para mi, para tus hijos,

madre tejedora de almas...