Agustinfranco

Margarita curioseó mi púber cuerpo

 

Margarita me citó una noche entre sus sábanas,

llenas de savia y de placer

y guió mis novatos dedos por todos los tibios

rincones de su cuerpo.

 

Margarita me enseñó buscar las féminas aromas

de un cuerpo de mujer.

A caer ante el deseo de un roce femenino

recorriendo mi vientre horizontal

 

Margarita me enseñó a mimar.

Ella encontraba la palabra perfecta para enternecer la tarde

y acompañaba una caricia con su eufónica voz

invitándome a la entrega final.

 

Margarita me enseñó a ser un hombre

en los brazos de una mujer.

A entregar mi cuerpo y mis ambrosías carnales

a una ávida piel de dama.

 

Margarita curioseó mi púber cuerpo una tarde de abril

Con sus manos de mujer madura, me tocó por primera vez.

Y desde entonces, no dejo de aprender en una piel de mujer