GuillermoO

Escrito en la punta de un lápiz

 

Esclavo,

encadenado al cobre,

abstemio y ciego para el vino,

ni con un lazo de miel te herí,

ni mis soldados te hirieron.

Sólo fue una batalla sin desgarro,

entre el coral de los sueños y la pequeña mano mágica del olvido.

 

G.C.

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