Abatido

I

 

No encuentro gracia en el que tú estés allá, sin mí. 

Y yo este acá, sin ti. 

Repetidamente nos hemos besamos bajo la noche lluviosa o las mañanas nubladas. Sabes que son esos mis días favoritos. 

Lo nuestro no fue eterno y tú lo sabías, sabias que no iba a durar nuestro amor,  amor que aún sentimos, amor que nos separa, amor que me dejaste, amor que no entiendo, amor que me daña, amor que te extraña y amor que aún te ama. 

Esta soledad se parece a la muerte,  porque mujer,  sin tus caricias, sin tu cuerpo que admiraba, ese que con delicadeza formaba cientos de figuras en la cama, una más sensual que la anterior,  sin tus labios de carmín ni tus ojos infinitos en los que solía reflejarme. ¿Cuál es el sentido de seguir?