GuillermoO

Música breve

 

La música breve del instante

acaricia los labios,

y los ojos,

provocándonos amor ligero,

a tí y a mí,

los dos anudados por la tenue cuerda que aceptamos:

amor por un día o unas horas.

 

Pero alguien cantó entre las sombras:

la soledad, encerrada en nubloso corazón...

 

Juntos y solos,

dos cuerpos sin poder amarse.

 

(Quisimos saturar el lecho de hermosura,

pero tus lágrimas escapaban

con cuidado de no ser descubiertas.)

 

Y llegó la mañana,

y heridos dulcemente,

nos dijimos adiós

 

sin un beso.

 

G.C.

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