nellycastell

Cómo es, entonces

 

 

 

Inexorablemente este sentir tan nuestro

 que nos late en la carne y en los huesos,

 que hasta el crujir más cansado lo siente

 en su aliento lo conoce y lo presiente,

y dormida de amapolas encendidas

 en ese, nuestro venir

 de hadas en mi espalda,

que llegan tan relucientes.

 

Y en mis muslos abiertos

 como desierto sin dueño

 en medio de una fuerte marea

 surcos de tus gestos se recrean

 cuando estamos los dos,

 cuando el pudor nos tragamos,

alcanzando locos sueños.

 

Cómo es entonces

que visualizo en la pared

que esconde mis secretos…

 el amuleto que me dejó tu adiós,

 pero no te diste cuenta

 que este sentir era de los dos.

 

 Hoy logro persuadir el silencio

 que se aproxima

en el beso, en la entrega que me llega,

 de nuestra esquina más presente,

es el rasgar tu espalda

 y ver que mi alma se aproxima

 al beso ardiente, ese que nos calcina.

 

 Donde por primera vez nos besamos

  y rodaron por nuestras almas

 las sensaciones más valientes

 y nos alzamos de energía

 que suplantó aquella inmensa agonía

 de sentirte aunque no pueda tenerte.