Julieta Love

LAPSO DE DESEOS

Estoy bailando sobre el filo de una nube,

siento  el suave viento

cruzando entre mis manos como mariposas revoloteando,

me siento leve, como pluma…

 

A lo lejos veo una gota de llovizna que cae lenta,

precisa y delicada como lo que cruza por mi mente,

y de inmediato

doy un paso y estoy en tierra firme…

 

Al abrir los ojos siento como si el viento se hiciera cálido,

fijo mi mirada hacia el  lado derecho de mi cuerpo

y encuentro que cerca a mis hombros hay un ángel,

uno con alas negras y piel de terciopelo,

con unos ojos que escupen fuego

y una manos que generan una deliciosa sensación de éxtasis al tacto,

unos labios como pétalos de rosa, perfumados y suaves,

y una voz incitante semejante al canto de los ruiseñores.

 

He encontrado el paraíso, supongo,

uno prohibido y frecuentado de vez en cuando,

un refugio lo suficientemente perfecto

como para esperar hasta el amanecer el sosiego y la inquieta conjunción de un alma.

 

Con la piel en llamas y el tiempo congelado,

he deseado que el hielo y la lava se conjuguen,

que los otoños pongan hielo en las cornisas,

que la luna tenga sabor a chocolate,

que el camino al cielo este constituido de llamas,

y que se fundan en mi piel por otro rato las manos de aquel ángel de alas negras…