Murialdo Chicaiza

ATARDECER EN EL LAGO

El lago es un espejo

cuando la tarde muere y viene la noche

en el momento exacto

en el límite del  tiempo que fluye

en aves que se alejan.

El cielo quema y su fuego baja

hacia el agua azul del lago en calma

acaso un lago frío y hierático.

Un bosque lejano, oscuro a la derecha

un árbol solitario  se refleja en la lejanía.

Las nubes arden y se evaporan

en un vientre oscuro de veleidades y vapores

sus formas caprichosas llaman

a la imaginación y a la locura:

Una tortuga sube en diagonal

acaso un unicornio galopa y se pierde en el cielo.

Una mini galaxia se expande al horizonte

delante del agujero amarillo del sol

y mi alma que dejó de ser una niña

hace ya tantos años y soledades

se sorprende nuevamente

ante la soledad de los colores

y el callado rumor del viento

ante el misterio de estas formas

Y me alejo junto a la tarde

sabiendo que nunca más podré

volver a mirar la magia de este instante supremo.