El Corbán

NO FUERON LOS CLAVOS

 

Extendió pesadamente la mano;

No como alguna vez para bendecir

¡Burlas e insultos contra él oigo decir!

Incluso le propinaron dolor inhumano

¡No pienses que lo que hizo fue en vano!

 

Arrinconada su mano, está contra el madero;

Los dedos se extienden lentamente

Pues un dolor profundo siente,

Sobre su palma de carpintero

Golpearon un filudo clavo certero,

 

No pienses que el dolor insoportable;

Fue emanado de su palma sangrante

No, brotó de su corazón amante,

Pues cual mortal sable

Fue nuestro pecado abominable.

 

No fueron los clavos los que lo mataron;

Fue mi indiferencia a su sacrificio

Fueron mis debilidades, mis pecados, mi vicio,

No fueron los aceros que le clavaron

Fue la hipocresía de quienes lo amaron.

 

Yo fui judas el traidor;

Pues como aquel discípulo traicionero

Que amó más el terrenal dinero,

Hay cosas que les he dado más valor

Que el llamado de su amor.

 

Yo fui Pedro el cobarde;

Que prefirió más acomodarse a la gente

Que ser recordado como apóstol valiente,

Como yo que en alguna tarde

También me porté cual cobarde.

 

Ahora lo veo mi Jesús crucificado;

¡No merezco la salvación que me das!

Por mi culpa sufriendo estás,

Diariamente te estoy lastimando

Pues con las malas decisiones que voy tomando…

 

…Día con día te estoy crucificando.