Pepe Pnca

86. RELATO

 

 

 

86.

 

 

EL ALBAÑIL

 

 

Un albañil entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su jefe que dejaba el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfrutar de su familia. El iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse.

El jefe lamento ver que su buen empleado dejaba la compañía y le pidió que construyera una casa más como un favor personal.

El albañil accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su trabajo: utilizaba materiales de inferior calidad y el resultado era deficiente; era una desafortunada manera de terminar su oficio.

Cuando el albañil terminó su trabajo y su jefe fue a inspeccionar la casa, este le extendió al albañil las llaves de la puerta principal. \"Esta es tu casa. Es mi regalo para ti\", le dijo el jefe.

¡Que tragedia! ¡Que pena! Si solo el albañil hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera diferente. Ahora tendría que vivir en la casa que construyó sin dedicación.

Como si fuéramos el albañil, pensemos en nuestra casa interior. Cada día pegamos un ladrillo, levantamos una pared o edificamos un techo. Construyamos con sabiduría, es la única vida que podemos construir.

La vida es el resultado de nuestras actitudes y elecciones del pasado. Nuestra vida, mañana, será el resultado de la forma como actuemos y hagamos hoy.