Isabel Anhara

TU RECUERDO  

 

Recuerdo tu cara de niña,

tan delicada, tan sonriente.

Me trae el sonido de las caracolas

en una mar azul transparente;

la añoranza de críos alborotando

junto al amor de la lumbre;

de promesas y sueños silentes

durante las noches de estío.

 

Eres mi amor y siempre lo has sido;

la espera mereció la pena

en este mundo de hielo y hastío.

El llanto mereció la pena

por adorarte y haberte querido;

la sinrazón mereció la pena

por haber estado siempre contigo,

pues, sin amor, todo está perdido.

 

Tu recuerdo vive dentro de mí,

por eso, nunca te has ido;

tu recuerdo es la llave del amor,

que abre y sana mi corazón herido.

Sólo tu recuerdo lo hace latir

en busca del tiempo perdido,

donde mi ser sufrió lo indecible,

cuando te llevó la guadaña,

quedando nuestro hogar vacío.